Como piedra angular de la arquitectura de seguridad vehicular de próxima generación, los sensores MOOCAR de detección de ángulos muertos (BSD) emplean tecnología de radar de ondas milimétricas de 24 GHz para ejecutar una vigilancia perimetral continua con una resolución angular de ±2°. Integrados en la red CAN-FD del vehículo, estos sensores realizan el seguimiento de objetos en tiempo real a lo largo de arcos de cobertura de 150°, cumpliendo funciones críticas en los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS) como la intervención en el cambio de carril y la mitigación de colisiones con tráfico cruzado. Su posicionamiento optimizado en los paneles de los cuartos traseros (carcasa con clasificación IP67) garantiza una capacidad de detección sin obstrucciones, manteniendo al mismo tiempo los perfiles aerodinámicos del vehículo.
La resistencia medioambiental sigue siendo primordial en el diseño del sensor MOOCAR BSD. Las técnicas patentadas de revestimiento de conformación protegen las placas de circuito impreso multicapa contra la entrada de cloruros (ASTM B117, prueba de niebla salina >1000 horas), mientras que los soportes de montaje amortiguados soportan fuerzas de impacto de 50 G según las normas SAE J1455. Las modalidades de fallo más comunes, como la rotura dieléctrica por la tensión de torsión del impacto de estacionamiento (>5 kN-m) o la contaminación de la guía de ondas, activan códigos de diagnóstico de problemas (DTC) en todo el sistema a través de protocolos conformes con la norma ISO 14229-1, alertando a los conductores de las intervenciones de mantenimiento necesarias.
Las soluciones de sustitución de sensores de MOOCAR cuentan con un mapeo de firmware específico del vehículo e interfaces de conector idénticas a las de los equipos originales (certificado USCAR-25), lo que permite instalaciones sin modificaciones. La calibración posterior a la sustitución utiliza herramientas de diagnóstico específicas del fabricante (compatibles con J2534 pass-through) para lograr una precisión espacial <5 cm mediante algoritmos de procesamiento de señales adaptativos. La validación de producción incluye:
- Pruebas de compatibilidad electromagnética según CISPR 25 Clase 5
- Ciclos térmicos (-40°C a +85°C, 500 ciclos)
- Resistencia a las vibraciones (20-2000 Hz, 3 ejes)
Mediante puertas de calidad de seis etapas que incorporan verificación de patrones de RF y simulaciones de escenarios de falsos positivos, MOOCAR garantiza una fiabilidad de detección de 99,98% (según los criterios BSDR de la NHTSA), manteniendo índices de falsas alarmas <0,1% en todos los rangos de temperatura de funcionamiento. Este rigor de ingeniería sitúa a los sensores BSD de MOOCAR como componentes de misión crítica para lograr la certificación de seguridad funcional ASIL-B conforme a las normas de automoción ISO 26262.